miércoles, 21 de diciembre de 2011

COMO MANEJAR EL CONFLICTO INSTITUCIONAL


COMO MANEJAR  LOS  CONFLICTOS
Revdo. JOSE  R.  MENDOZA

INTRODUCCIÓN. S. Juan 17.22-23

¿QUÉ ES EL CONFLICTO?
Problemas entre dos partes o incompatibilidad de intereses, metas, recursos, etc.  "la necesidad de los individuos de expresar sus diferencias, potencialidades, creatividad y crecimiento".     La palabra latina conflictus es un compuesto del verbo fligere, flictum, de donde se derivan affígere, affictum e inflígere, inflictum, afligir, infligir. Significa chocar.

EL CONFLICTO ES INEVITABLE
Hay muchas razones para admitir que los conflictos forman parte de la vida de la iglesia.  Las siguientes son algunas de ellas:
1.       Las personas tienen sentimientos y necesitan manifestarlos.
2.       Hay más de una posición respecto de cada cuestión.
3.       Hay muchas maneras de ver las cosas.
4.       El entendimiento de las cosas puede ser distinto.
5.       El pecado está presente en nuestras vidas.

FUNCIONES DEL CONFLICTO
Funciones que pueden enumerarse del conflicto, se encuentra que:
1.       Permite  a los grupos estructurarse a sí mismos (P. Ej. Hch. 6).
2.       Provee, por la emergencia, nuevas normas y apropiación de conductas
3.       Provee significado a las estructuras mismas.
4.       Trabaja para estrechar las voluntades entre los miembros del grupo, sacando sus diferencias.
5.       Crea vínculos entre los miembros del grupo.

CONFLICTO-RECONCILIACIÓN
Una de las más grandes bendiciones del evangelio es la reconciliación, precioso regalo de Dios.  La venida de su Hijo Jesucristo fue para traer reconciliación.  Reconciliación es la palabra de gracia de Dios expresada al hombre en la sangre preciosa del Redentor. La iglesia posee el ministerio  de la reconciliación.

SEÑALES DE CONFLICTO
Hay algunos signos que anuncian la presencia o llegada de conflictos en el seno de una iglesia o institución cristiana.
1.       Factores naturales: Falta de dinero, salud, de la popularidad o falta de liderazgo.
2.       Factores congregacionales. Hay congregaciones más conflictivas que otras.
3.       Rumores comentarios acerca de los programas, sermones, etc.
4.       Reducida participación.  La pérdida de contacto personal entre los miembros y/o el pastor en el involucramiento de las actividades, Cambios en programas, liderazgo u objetivos, pueden traer conflictos para ser aceptados.
5.       Pérdida de habilidades.  Perdiendo la capacidad de dar y llenar las necesidades de la congregación.
6.       Cambios en la conducta del pastor o del liderazgo de la congregación.  Mal testimonio

ENSEÑANZA BÍBLICA ACERCA DEL CONFLICTO
El Señor Jesús quiere que sus iglesias sean y estén unidas.  Una razón por la que el apóstol Pablo escribió la Primera Epístola a los Corintios fue que habían caído en disputas y facciones entre ellos mismos. 
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer (1 Cor. 1:10).
Primero, Jesucristo oró por la unidad entre sus seguidores (Jn. 17:20-23).  La unidad entre el Padre y el Hijo es la base y el patrón para la unidad de la iglesia.  Cristo oró que sus seguidores fueran caracterizados por la misma clase de unicidad, y esto incluye a la iglesia de hoy.
Segundo, la unidad está enraizada en el carácter de Dios.  Aunque Dios existe en tres diferentes personas -Padre, Hijo y Espíritu Santo- Él es uno (Dt. 6:4; Ef. 4:4, 6).
Tercero, la iglesia es descrita o pintada en la Biblia como una sola unidad, un cuerpo del cual Cristo es la cabeza (Col. 1:18).
La discordia y las divisiones batallan contra la propia naturaleza de Dios.  El llamado a la unidad es una cosa, y alcanzarla es otra muy diferente.  Sólo cuando la iglesia concuerda con lo que la Biblia dice, es cuando es posible tratar exitosamente las situaciones difíciles y encontrar la armonía.  Cuando el conflicto aparezca, los líderes de la iglesia deberían tomar los cuatro pasos sugeridos por De Haan y que a continuación se enumeran: 1.- Identificar el problema.  2.- Tener o tomar la actitud correcta.  3.- Seguir el patrón bíblico.
 4.- Seguirlo con compasión.
1.- IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA. Los cuatro tipos más comunes de conflictos que causan la mayoría de divisiones en la iglesia son:
·        DISPUTAS DOCTRINALES.  (Mt.7:15),  Pedro habló del trato a los falsos maestros (2 P. 2).  En sus cartas Pablo escribió frecuentemente acerca del peligro del error doctrinal (Tít. 1:3; 2 Tít. 2:15, 18).
·        CONFLICTOS DE PERSONALIDADES. : En 3 Jn. 9,10 se habla de Diótrefes, Los corintios (1 Cor. 1:10-17), otros  se llevaban ante la corte (6:1-11), y además, venían al servicio de comunión centrados en sí mismos en vez de buscar la unidad del cuerpo (11:17-22) Pablo y Bernabé (Hch. 15:36-41).
·        DIFERENCIAS EN CUANTO A LAS POLÍTICAS. La política de la iglesia es la manera en que la iglesia hace las cosas, sea siguiendo una estructura organizacional o poniendo en práctica algo. (1 Cor. 11:17-34; 1 Tít. 3:5). 
·        PROBLEMAS DE DISCIPLINA. Nuestra responsabilidad es distinguir entre lo que es carnalmente motivado y lo que viene de un deseo de pureza y restauración.
2.- TENER O TOMAR LA ACTITUD CORRECTA. Primero, demostrar amor (Col. 3:12-14; Ef. 5:1-2; 1 P. 4: 8). En segundo lugar, tener paciencia.  Efesios 4.1-3.   Por último, ser humilde.  Filipenses 2:3, 4 muestran la importancia de tener una actitud de humildad.
3.- SEGUIR EL PATRÓN BÍBLICO.  Primero, para tratar problemas personales el patrón está en Mateo 18:15-20. Segundo, si se trata de resolver problemas de políticas de la iglesia.  El pasaje clave es Hechos 6:1-7.  Tercero, si son problemas de índole doctrinal el pasaje clave es Hechos 15:1-29.
4.- DEMOSTRAR COMPASIÓN.  Primero, hay que recordar que las personas son importantes.  El conflicto necesita ser resuelto sin arruinar al individuo. Segundo, Cada cristiano es responsable por el cuidado y bienestar de otros.  Tercero, el seguimiento (restitución) debe reflejar la mente y el carácter de Dios. Cuarto, el seguimiento no es un compromiso.  Quinto, sin el seguimiento nunca se podrá llegar a un acuerdo total del conflicto.
CONCLUSIÓN

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