sábado, 11 de septiembre de 2021

          

NECESITAMOS SER REANIMADOS

REVDO. JOSÉ RAMÓN MENDOZA

Proverbios 18.14

»El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?».

 

 

INTRODUCCIÓN

La palabra Ánimo es definido según el Diccionario Oxford como: “Fuerza o energía para hacer, resolver o emprender algo.” Etimológicamente viene del griego “darseo” que significa tener confianza, estar alentado, cobrar fuerza. La Biblia enfrenta el desánimo por ser este un posible enemigo de la fe, veamos:

 

 

JESUS MINISTRO ÁNIMO

Especialmente estaba atento a las necesidades emocionales de personas que estaban sufriendo tres tipos de problemas:

 

1.- ENFERMOS Y DESAHUCIADOS POR LOS MÉDICOS.

A.- Animó la fe de UN PARALITICO: Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Mateo 9.2

B.- A la MUJER DEL FLUJO DE SANGRE: Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Mateo 9.2

Sigamos el ejemplo de Jesús, al visitar un enfermo primero vamos a llenarle el corazón con palabras y acciones de ánimo basadas en el poder de Dios.

 

2.- PERSONAS EN APRIETOS

A.- Los discípulos estaban muy atribulados en medio de una gran tormenta y además espantados porque creían que estaban viendo un fantasma, Jesús les dijo:

“… porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” Marcos 6.50

La depresión, desánimo y tristeza nos puede hacer ver la solución como una complicación y fantasmas donde no los hay. En ese caso tenemos que llenar de ánimo al corazón de los afligidos, que renuncien al miedo y vuelvan a la confianza en el Señor.

 

3.- PRESOS O PERSONAS QUE VAN A MORIR

A.-El Apostol Pablo estaba preso y sabía que el fin de su vida y ministerio estaba en Roma. Estaba cerca de terminar su carrera, por eso Cristo se le aparece y le da este mensaje:

 “… A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma. Hechos 23.11

 

CONCLUSIÓN Y APLICACION  FINAL

 La iglesia TIENE LA RESPOSABILIDAD de ministrar a los de poco ánimo y a los desanimados, recuerde la instrucción que el Apostol Pablo nos deja en 1 Tes. 5.14:

“…También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.

Oro al Señor para que nos de la sabiduría necesaria para alentar y sostener a nuestros hermanos desanimados y que libre nuestros corazones del desánimo que nos conduce a una vida cristiana débil. Tenemos la responsabilidad de ministrar ánimo desde nuestros pulpitos en medio de una complicada situación de PANDEMIA.

 Hoy el Señor nos recuerda que no estamos solos, “su vara y su cayado nos infunden aliento”. Salmo 23.4

¡ÁNIMO, ÁNIMO, ÁNIMO! y que Dios les bendiga.  Atte. José R. Mendoza

 

 

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