NECESITAMOS SER REANIMADOS
REVDO. JOSÉ RAMÓN MENDOZA
Proverbios 18.14
»El
ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?».
INTRODUCCIÓN
La
palabra Ánimo es definido según el Diccionario Oxford como: “Fuerza o energía
para hacer, resolver o emprender algo.” Etimológicamente viene del griego “darseo”
que significa tener confianza, estar alentado, cobrar
fuerza. La Biblia enfrenta el desánimo por ser este un
posible enemigo de la fe, veamos:
JESUS MINISTRO ÁNIMO
Especialmente
estaba atento a las necesidades emocionales de personas que estaban sufriendo
tres tipos de problemas:
1.- ENFERMOS Y DESAHUCIADOS POR LOS MÉDICOS.
A.- Animó la fe
de UN PARALITICO: Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una
cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Mateo 9.2
B.- A la MUJER
DEL FLUJO DE SANGRE: Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y
la mujer fue salva desde aquella hora. Mateo 9.2
Sigamos el
ejemplo de Jesús, al visitar un enfermo primero vamos a llenarle el corazón con
palabras y acciones de ánimo basadas en el poder de Dios.
2.- PERSONAS EN APRIETOS
A.- Los discípulos
estaban muy atribulados en medio de una gran tormenta y además espantados
porque creían que estaban viendo un fantasma, Jesús les dijo:
“… porque todos
le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” Marcos
6.50
La depresión, desánimo
y tristeza nos puede hacer ver la solución como una complicación y fantasmas
donde no los hay. En ese caso tenemos que llenar de ánimo al corazón de los afligidos,
que renuncien al miedo y vuelvan a la confianza en el Señor.
3.- PRESOS O PERSONAS QUE VAN A MORIR
A.-El Apostol
Pablo estaba preso y sabía que el fin de su vida y ministerio estaba en Roma.
Estaba cerca de terminar su carrera, por eso Cristo se le aparece y le da este
mensaje:
“… A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así
es necesario que testifiques también en Roma. Hechos 23.11
CONCLUSIÓN Y APLICACION FINAL
La iglesia TIENE LA RESPOSABILIDAD de ministrar
a los de poco ánimo y a los desanimados, recuerde la instrucción que el Apostol
Pablo nos deja en 1 Tes. 5.14:
“…También os
rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
Oro al Señor
para que nos de la sabiduría necesaria para alentar y sostener a nuestros
hermanos desanimados y que libre nuestros corazones del desánimo que nos conduce
a una vida cristiana débil. Tenemos la responsabilidad de ministrar ánimo desde
nuestros pulpitos en medio de una complicada situación de PANDEMIA.
Hoy el Señor nos recuerda que no estamos solos,
“su vara y su cayado nos infunden aliento”. Salmo 23.4
¡ÁNIMO, ÁNIMO, ÁNIMO! y que Dios les bendiga.
Atte. José R. Mendoza
joseramonmendoza@gmail.com TWITTER: @Pastorjosem
lavozpastoral.blogspot.com 0416-3954197
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