miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA JUVENTUD Y LAS REDES SOCIALES

LA JUVENTUD CRISTIANA Y
LAS REDES SOCIALES

POR: REVDO. JOSE R. MENDOZA


Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 
Filipenses 4:8 



INTRODUCCIÓN.

Lo positivo de las redes sociales visto desde el punto de vista de la comunicación es muy efectiva para los negocios y empresas que se promueven por medio de estas redes. Nadie pondría en duda las oportunidades de hacer dinero que tienen las personas que promueven sus productos por este medio.
El aspecto negativo tendría que ver con que las personas se conviertan en adictas a este medio como la única manera de  socializarse y se aíslen para únicamente “chatear” virtualmente. El doctor José de Jesús González quien es el director del Instituto de Investigación de Psicología social, explica que muchas personas, sobre todo los adolescentes y los adultos jóvenes miran estas redes como parte de su vida y como una extensión de su personalidad.
La adicción a las redes sociables es comparable a cualquier otra adicción tal como al juego, al trabajo, al cigarrillo, al alcoholismo y al sexo. Esta adicción se manifiesta como una ansiedad incontrolable y compulsiva por estar siempre conectado al internet por medio del celular, de una laptop o desde la computadora de la universidad o del trabajo. Muchas son las parejas que terminan su relación por culpa de esta adicción. También el rendimiento académico de los jóvenes se ve afectado por esta adicción pues muchos son los muchachos que duermen muy pocas horas para mantenerse conectados con sus amigos en el internet.
       I.            Las adicciones atribuidas a Internet pueden clasificarse de la siguiente manera:
·         Sexual. La compulsión por bajar fotos y videos de sitios Web pornográficos o redes sociales alusivas al tema. También relacionarse virtualmente con otras personas, cuyo fin es intercambiar experiencias sexuales empleando el chat o la Web Cam.
·         Relaciones. Es la compulsión por estar siempre conectado en la red social. Implica ser un coleccionista de amigos y dedicar mucho tiempo a la decoración del muro o perfil. "En este sentido hemos visto casos de personas que están más de 18 horas conectadas y al pendiente de su red social", explicó Caudillo.
·         Compras. Hace alusión a los sitios de juegos o apuestas y compras. "Este tipo de adicto puede literalmente vaciar su tarjeta de crédito en sitios tipo iTunes, o bien pasar horas en sitios como casinos virtuales", manifestó.
·         Adicción a las descargas. Es la búsqueda compulsiva de información de todo tipo y de productos, principalmente software libre o shareware e incluso, a decir de Caudillo, tratar de bajar información confidencial de ciertos sitios Web. "Es el principio del hacker."
      II.            COMO AFECTAN  LAS  ADICCIONES  A   LA VIDA ESPIRITUAL.

1.        LAS ADICCIONES PRODUCEN ATADURAS COMPACTAS Y RESISTENTES. Por lo que se requiere de una tenaz voluntad, esfuerzo y paciencia para soltarlas. La persona adicta debe comprender que no encontrará verdadera libertad sin que antes haya logrado superar por completo el cautiverio de la adicción. La intervención oportuna en las etapas iniciales de la adicción  puede interrumpir la carrera hacia un colapso dramático. Isaías 58.6

2.       LAS  ADICCIONES  CREAN  FORTALEZAS  MENTALES. las imágenes sexuales que observemos en una foto o video tienen un profundo efecto sobre nosotros, por dos razones: en primer lugar no las podemos olvidar; en segundo lugar, establecen fortalezas mentales que condicionan nuestras conductas. En la vida nos olvidamos de muchas cosas, pero no estas imágenes sexuales porque cada una de ellas invade nuestra intimidad, ese halo misterioso que marca nuestra individualidad. Aun cuando no lo reconozcamos, esas memorias condicionan nuestro autoconcepto. Cuando uso el término «fortaleza mental» me estoy refiriendo al hecho de que las experiencias sexuales establecen en la mente una forma de pensar en cuanto al sexo. Entre otros efectos, queda el temor de que no podamos dejar de cometer el mismo pecado. Es decir, como me dijo un hermano, «temo que voy a repetir esa conducta con una mujer». Esta duda representa una predisposición hacia cierta conducta sexual. Tampoco podemos negar que el diablo, quien conoce nuestras debilidades, utiliza esto para derribarnos. 2 Corintios 10.4, Marcos 7.21, Efesios 2.3

3.       LAS ADICCIONES  ACTIVAN  EL PROCESO  DEL  PECADO: El apóstol Santiago describe el proceso por el cual nace el pecado en nuestras vidas (Stg 1.12-15). Para ello, usa la analogía de un embarazo, con lo cual entendemos que ningún pecado es fruto de un acto fortuito. Detrás de cada decisión pecaminosa se gestó, lentamente, una idea en nuestras mentes y, poco a poco, dio a luz una acción. Los fariseos entendían erradamente la lucha contra el pecado; pensaban que consistía en resistirse a la manifestación visible del mismo. Cristo, por el contrario señaló que la batalla comienza con un pensamiento, el cual, muchas veces, parece ser inofensivo Chatear con «nuevos amigos» puede proveer compañía; mirar «de vez en cuando» alguna imagen un poco subida de tono pareciera ser inocuo. No obstante, son precisamente estas «pequeñeces» las que engendran la semilla que poco a poco socavarán la vida espiritual. Nadie puede jugar con fuego sin, eventualmente, quemarse. Santiago 1.12-15


4.       LAS ADICCIONES TE  ROBAN EL TIEMPO. Resulta útil recordar las condiciones en las que David se encontraba cuando cayó en adulterio: gozaba de un rato de ocio cuando debía haber permanecido con sus hombres en el frente de batalla. Esto nos obliga a considerar que el hecho de estar desocupados es peligroso, porque, como puede ocurrirnos con la televisión, se puede navegar por Internet sin un propósito determinado. Los tiempos de holgazanería son propicios para que comencemos a visitar sitios nocivos, y el peligro se acentúa cuando estamos solos. Entonces, cuando utilice la Internet, que es un recurso sumamente útil para diversos asuntos, hágalo con un objetivo definido y una vez que haya encontrado la información buscada, cierre el programa y dedíquese a algo productivo y edificante. Al igual que José, es preferible huir (y correr con la posibilidad de que nos consideren cobardes) que pecar y hacer un gran mal contra Dios (Gn. 39.9). Efesios 5.16

    III.            ¿QUE  DEBO  HACER  PARA  ENCONTRAR  LA  LIBERTAD  EN  CRISTO?

Permíteme, mí querido hermano, darte unos cinco consejos que podrán ayudarte en la liberación de esta adicción:
  1. Haz la determinación definitiva de que vas a dejar de involucrarte en la pornografía. Renuncia a este mal habito que trae derrota a tu vida espiritual. La solución comienza con esa determinación. Uno tiene que «decidir» no permitirse jamás jugar con la tentación. Repito las palabras de Santiago: «...cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen.» En postración, Amado hermano, ante la presencia de Dios di: «Señor, yo no quiero seguir practicando esto. Determino dejar de hacerlo. Sé que tú me ayudarás.» Para perseverar en tu determinación, toma decisiones concretas para ayudarte a huir de la tentación. Tú sabes bien en qué circunstancias la tentación es difícil de resistir. Huye de ellas y busca protección. Tito 2.12

  1. No te apartes ni un solo día de la lectura de la Palabra de Dios. Al abandonar la lectura de la Biblia dos cosas ocurren. Primero, uno pierde conciencia de la santidad de Dios y de su exigencia de total santidad de parte de sus hijos. Segundo, uno pierde conciencia de la debilidad de uno mismo. Al no leer la Biblia constantemente, dejamos de advertir nuestra propia debilidad moral y pecamos. No nos damos cuenta de que nos estamos destruyendo a nosotros mismos. 2 Timoteo 3.15

  1. Confiésale a alguien tu debilidad. Esta persona debe ser alguien en quien tengas suma confianza, alguien a quien respetes altamente, alguien que sea maduro y estable y sea un amigo tuyo, tu pastor o pastora es una opción inigualable. Es importante que tengas a alguien a quién rendirle cuentas. Esta persona podría ayudarte a descubrir posibles carencias de afectividad que tengas y así guiarte a encontrar la plena satisfacción en Cristo. Santiago 5.16

  1. Encuentra el apoyo de tu familia, sin provocar confusión en tu matrimonio, háblale a tu esposa acerca de tu debilidad. Dile que necesitas su apoyo. Hazle saber que la amas profundamente y que necesitas que ella se una contigo en la búsqueda de tu liberación.

  1. No pierdas fe en la ayuda divina. Dios, más que cualquier ser humano, está de tu parte. Él desea ver tu completa liberación, y tiene tanto el poder como la voluntad de verte libre.
             2 Corintios 3.17

CONCLUSION
RECAPITULACION

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