miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿QUIERE QUE SU IGLESIA CREZCA?

¿QUIERE  QUE  SU IGLESIA  CREZCA?
Revdo. JOSE R. MENDOZA

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,
Creciendo en la obra del Señor siempre,
Sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 CORINTIOS 15. 58


INTRODUCCÍON.
 Esta pregunta pareciera innecesaria, sobre todo cuando hay  lectores que son Ministros que atienden la obra del Señor, pero como toda pregunta que retórica, la intención va dirigida a provocar los procesos cognoscitivos (reflexión y acción) que nos permitan ajustar o desarrollar en la Iglesia las actividades que enseña las Sagradas  Escrituras.
No olvidemos que Dios creó  para sí una iglesia poderosa;
Y yo también te digo, que tú eres Pedro,
y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16.18

De esa característica no dudamos y necesitamos estudiar la aplicación práctica de esta autoridad en el desarrollo normal de la iglesia,  pero es necesario también creer que Dios ha diseñado a su iglesia con la capacidad natural de crecer.
De esta verdad tenemos referencia bíblica abundante, por ejemplo;
Y crecía la palabra del Señor,
y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén;
También muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Hechos 6.7
Sin embargo es necesario atender a los principios bíblicos que al practicarlos impulsan los niveles de crecimiento cualitativo y cuantitativo de su iglesia.

Revisemos estos principios:

1.    NO HAY CRECIMIENTO SIN ESFUERZO
Yo planté,
Apolos regó;
Pero el crecimiento lo ha dado Dios.
1 Corintios 3.6

Crecer es el resultado de trabajar, y para sostener el crecimiento logrado hay que  seguir trabajando. Lo cierto aquí es que Dios da el crecimiento solo a aquellos que trabajan, mas aun el éxito solo lo alcanzan aquellos que trabajan con orden, plantar y regar son procesos diferentes pero que realizados en el orden correcto, con la actitud correcta hará que Dios nos  bendiga poderosamente, abundantemente.
A veces anhelamos una iglesia grande pero no hacemos nada para que ella crezca. La rutina, la pereza y el conformismo son tres enemigos del crecimiento. El desorden, la improvisación y la inercia son los principales obstáculos  en los programas de crecimiento de muchas iglesias.
El apóstol Pablo hablo de Plantar la Iglesia (metafóricamente), es decir establecerla. Los entendidos señalan que una iglesia plenamente plantada es aquella capaz de realizar las siguientes funciones:





  1.  ADORACIÓN GENUINA.
Mas la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
 Juan 4.23

  1. REVELA al mundo la gloria de Dios. 
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
 más el que no creyere, será condenado.
Marcos 16.15-16





  1. DEMUESTRA el poder de Dios en su comunidad.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes,
y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16.17-18

  1. PRACTICA  el amor fraternal.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos,
si tuviereis amor los unos con los otros.
Juan 13.35




  1. FORMA en los creyentes el carácter de Dios.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Efesios 4.11-13

2.    DIOS ES QUIEN DA EL CRECIMIENTO.
Yo planté, Apolos regó;
pero el crecimiento lo ha dado Dios.
 Así que ni el que planta es algo,
ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
1 Corintios 3.6-7


Dios es quien da el crecimiento, esta verdad impide, que Ministro alguno por muy ilustre que sea, se vanaglorie o atribuya el crecimiento alcanzado por la iglesia. Además  enseña que  es  la voluntad de Dios que su  iglesia crezca, podemos contar con los recursos de Dios para alcanzar tal fin. No hay  Ministros favoritos de Dios, todos al ser llamados por Dios a su servicio contamos con su favor. Sin embargo es necesario pensar ¿para qué quiero que mi iglesia crezca? ¿Qué tipo de crecimiento quiero para mi iglesia?
Existen dos tipos de crecimiento:
1.    El crecimiento dado por Dios: Tiene como origen fundamental los aspectos espirituales señalados en las Escrituras, donde Dios es el eje fundamental. El Ministro que procura este crecimiento,  busca sin cesar la presencia de Dios, y obedece al principio Bíblico con el fin que sea el Señor  quien le prospere.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 2.47

2.    El crecimiento logrado por medios humanos: La popularidad, el carisma y la fama son imanes que atraen multitudes. En las  congregaciones que alcanzan crecer de esta manera, el hombre es  la  figura  central y fundamental de la iglesia.  Allí observaremos el culto a la personalidad. Son iglesias fugases, porque dependen exclusivamente de una persona, familia o grupo. Existe un escaso desarrollo de los ministerios, salvo aquellos pocos elegidos. Todo depende de una persona y no de Dios.

Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica,
lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena.
Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina". Mateo 7.26-27



3.    NO HAY CRECIMIENTO SIN LIBERTAD.
Porque el Señor es el Espíritu;
y donde está el Espíritu del Señor,
allí hay libertad.
2 Corintios 3.17

No podemos olvidar que hay todo tipo de malicias espirituales que quieren evitar el crecimiento de la iglesia, porque este crecimiento implica el rescate y la salvación de los perdidos. Por eso el enemigo de nuestras almas quiere evitar la acción de la iglesia porque conoce el poder que ella posee, recuerde;

porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
2 Corintios 10.4-5

Solo Cristo puede dar libertad;

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. San Juan 8.36

Muchas  personas no aceptan a Cristo, no tanto porque no pueden sino porque no pueden;

por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios,
porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden;
 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Romanos 8.7-8


La iglesia apostólica uso ese poder para destruir las fortalezas del enemigo para ganar a los perdidos;
Y muchos de los que habían creído venían,
confesando y dando cuenta de sus hechos.
Asimismo muchos de los que habían practicado la magia
trajeron los libros y los quemaron delante de todos;
y hecha la cuenta de su precio, 
hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
Hechos19.18-20

Dios quiere rescatar a todos los perdidos, oiga todos. No importa la atadura, la Biblia dice;
 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso,
sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
 que con mansedumbre corrija a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
y escapen del lazo del diablo,
 en que están cautivos a voluntad de él.
2 Timoteo 2.24-26

Es el tiempo que la Iglesia asuma su posición en Cristo, que sean nuestros templos lugares donde se ministre la verdadera libertad espiritual, combatamos la frialdad y ritualismo en nuestros culto. Necesitamos un crecimiento, si es cierto, pero un crecimiento con unción.

4.    LA  EVANGELIZACIÓN HACE CRECER.



Y crecía la palabra del Señor,
y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén;
También muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Hechos 6.7
Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.
Hechos 12.24



Estos pasajes señalan un tipo de crecimiento por SATURACION, de acuerdo a los pasajes anteriormente citados vemos la expresión “la palabra del Señor crecía”, los que implica que la evangelización ocupaba todos los espacios, todos los horarios y a todas las personas. Veamos:

Y todos los días, en el Templo y por las casas,
incesantemente, enseñaban y predicaban a Jesucristo.
Hechos 5.42
5.    DISCIPULAR  HACE CRECER

Es evidente que la iglesia Apostólica tenia una alta efectividad discipulando a los nuevos convertidos, esto hacia que el trabajo evangelístico fuera aprovechado al máximo y en consecuencia el crecimiento de la iglesia era al nivel de la multiplicación. Veamos:

Y crecía la palabra del Señor,
y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén;
También muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Hechos 6.7
Nótese la expresión el número de los discípulos se multiplicada grandemente. Estamos frente a una iglesia discipuladora, formadora. Allí esta otro de  los secretos del crecimiento, CONSERVAR EL FRUTO. Dios hoy más que nunca esta ministrando arrepentimiento a los perdidos, hoy más que nunca es Espíritu Santo está tratando y guiando a las personas a los pies de Jesús. Pero la  iglesia no crecerá si no somos capaces de contactar, discipular y formar en discípulos a los arrepentidos. La Iglesia de hoy necesita desarrollar programas de Discipulado (EDAMIL y otros) que le permitan trabajar para conservar a cada uno de los que aceptan a Cristo como salvador, y más aun que estos discípulos se transformen en los Ministros y Líderes de la obra de Dios.

CONCLUSION

 Hermanos y Ministros la verdadera estrategia de crecimiento es predicar la palabra incesantemente, la técnica o estrategia EVANGELISTICA  es lo menos importante, porque el verdadero poder está en la Palabra. No se preocupe use las herramientas que tengas a la mano, pero incesantemente. Prepara a los creyentes para ser evangelizadores de los perdidos. Prepara a tu Iglesia para discipular los miles de creyentes que Dios salvara. El crecimiento no solo es posible, el crecimiento es una realidad anhelada por Dios. El está esperando por nosotros para multiplicar nuestras iglesias. Si practicamos estos cuatro principios Bíblicos básicos: Trabajo, Humildad, Libertad y Evangelización. El tiempo de crecer ha llegado, el tiempo es ahora.  joseramonmendoza@gmail.com

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