JESUCRISTO TE SANA HOY
REVERENDO. JOSE R. MENDOZA
“Y caída la tarde, trajeron a él muchos endemoniados; y con
la palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos:
Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y
llevó nuestras dolencias.”
Mat 8: 16-17
INTRODUCCIÓN: CONTEXTO
HISTÓRICO DE LIBRO DE
MATEO.
I.
GRANDES MILAGROS
DE JESUS:
1. SANIDAD DE UN
LEPROSO ADORADOR (JUDIO). Vers.
2-3
2.
SANIDAD DE
UN PARALÍTICO ATORMENTADO (GENTIL). Vers. 5-13
3.
SANIDAD DE
UNA POSTRADA CON
FIEBRE (SUEGRA DE PEDRO). Vers. 14-15
4.
SANIDAD DE
MUCHOS ENDEMONIADOS Y ENFERMOS. (GENERAL). Vers. 16
II.
EL ORIGEN DE
LOS MILAGROS.
1. El anhelo, buena voluntad y deseo de Dios por sanar a los enfermos.
Leproso: SI
alguna vez quieres limpiarme, (quieres)
gr thelo Strong #2309: Desear,
querer, deleitarse con alegría. Implica la idea de estar listo, de preferir y
de tener en mente. Otro verbo es Boulomai, vocablo afín en el NT, expresa
con más fuerza la voluntad que el querer, o sea, el deseo que se impone
deliberadamente sin consideraciones subjetivas. La respuesta de Jesús:
Estoy queriendo… Nuestro Señor
le repite una el mismo verbo gr thelo, es decir le dice Yo
deseo, quiero, me deleitaría y alegraría limpiarte.
- La sanidad como parte del PLAN
DE REDENCION. Vers. 17
La provisión de sanidad divina debe descansar sobre bases firmes. Obviamente, sus bases son bíblicas, pero ¿de qué fuente se deriva
esta gran misericordia de Dios? Algunos la vinculan justamente a la
misericordia de Dios. Si bien así es en realidad —porque su compasión es grande,
la verdadera cuestión es la siguiente: ¿Cuáles son las bases redentoras de la
sanidad divina? ¿Se incluye la sanidad en la provisión salvadora de Dios en
Cristo o es un simple gesto amoroso de carácter benévolo? Este texto, junto con
nuestra discusión de Isa_53:4-5, ofrece una clara evidencia en cuanto a que la
sanidad divina forma parte de la expiación de la obra redentora de Cristo en la
cruz.
III.
LA VERDAD
DE DIOS PARA
NOSOTROS.
1. Existen creyentes que niegan la Sanidad divina como vigente para el día
de hoy, por esto algunos sugieren que la profecía de Isaías se cumplió por
completo con las sanidades que ocurrieron aquel día. Pero esto sería imposible,
porque la profecía de Isaías afirma que el Siervo de Jehová llevaría la
enfermedad al igual que los pecados, esto es, vicariamente (Isa_53:4-5).
2. El nuevo testamento está lleno de argumentos que avalan La sanidad
divina como un derecho adquirido en la Cruz del calvario para nosotros, Isaías
señalo que el Mecías sufriría por nuestros pecados y enfermedades. Si
«nuestros» significa todos nosotros, en lo que se refiere a nuestro pecado, y a
que se nos dio un Salvador, entonces ello también significa todos nosotros, en
lo que respecta a la enfermedad, y a que se nos ha dado un Sanador Divino
CONCLUSIÓN
La
paga del pecado es muerte, Y EL PECADO ADAN introdujo la enfermedad y la muerte
a toda la raza humana. Este mensaje nos habla del porqué del sufrimiento de
Cristo: sufrió para llevar nuestros dolores y enfermedades (1Pe_2:24), y para ofrecernos
paz y sanidad ( 1Pe_2:2<5). Ciertamente, la expiación de nuestros pecados
constituye nuestra mayor necesidad, pero Dios, al enviar a su Hijo a sufrir y
morir, proveyó más que una forma de escapar al juicio: Dispuso el inmediato
comienzo de una vida abundante (véase Juan_10:10). (Salmos_22:1-31/_16:10)
RECAPITULACION Y APLICACIÓN FINAL
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